Como en este blog es donde sueño, converso en voz baja y comparto lo que quiero, de esta gran luz llamada tiempo-espacio do proviene la fuente de energía que nos da la vida. Les cuento.
A pesar de coleccionarlos, hace cinco años abandoné el uso del reloj de pulso, para evitar el estrés. Esclavitud de los tiempos.
Para los Mayas y su sabiduría, -que me recuerda a la de mis padres, se levantaban con la aurora-, al escuchar el primer cantar de los pájaros y los gallos, era la señal. El reloj biológico e inequívoco de su norma.
Agudizaban el olfato para pronosticar la lluvia. Entendían mejor que ahora, el idioma del cuerpo, tuvieron la fortuna de no saber de ondas sonoras distractoras, y "maloras".
Para el itacate de mediodía, el cenit en punto medio, a pleno cielo, les avisaba la hora de comer o más tarde para retirarse a descansar. El sol era el referente. De hecho el primer reloj inventado, fue el de sol, luego el de arena.
Cuando las flores campestres se disponían a dormir, también era la hora de su sueño.
Menos dispersos los sentidos, la contemplación y la meditación sobre la naturaleza, que contiene todas los elementos necesarios para sobrevivir, fueron motivo de su estudio.
Y las mujeres fuimos, somos y seremos necesarias para la continuidad de la existencia de la materia. Quién no forma parte de la procreación, de éstas almas en cadena, regresará a este mismo plano. Yo ya planté árboles, tuve dos hijos y escribí libros. Habré cumplido?
Somos parte esencial de la Ley de Polarización, en el universo. Mujer-hombre, bueno-malo, blanco-negro, día-noche, dulce-amargo, etc. etc.
Y se me terminó el tiempo para estar aquí, debo salir, hay que seguir dando abrazos de Año Nuevo...
un gusto leerte
ReplyDeleteFeliz Año Nuevo Serenisimo!
ReplyDeleteMe pasa igual. Recorro tu sendero, reconociendo flores en tus letras.
Saludos