Acepto con alegría las huellas del tiempo, los cambios, los aires nuevos, agradecida por las tantas veces que hice y rehice mi equipaje.
Quité ya las rojas esferas del árbol navideño, las doradas, sus luces y el mantel de nochebuenas. Inicio el 2009 con todo mi entusiasmo, y la convicción de quien tiene el corazón en paz. Quizá no me canonicen como a Abascal, pero creo que no hará falta. Tengo lo que quiero.
Mis ángeles y demonios, aprendieron a convivir e ir de la mano, cada uno sabiendo mi destino de ser mujer.
Todo lo acepto. Más allá del perdón. De las heridas. Sin nostalgia.
hola... soy cacho, amigo de su hijo francisco... hoy le escribo para hacerle saber que es muy buena en lo que hace y yo con sumo respeto a los que saben, arranco palabras de mi cerebro y las doy al viento...Espero tenga la oportunidad de leerme y contarme de esa aceptación que habla...con respeto cacho.
ReplyDeleteEn esta parte del mundo, Peggy, son las cinco menos cuarto de la madrugada y yo con mi maldito insomnio. Abrazos.
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