sobre la ruleta
-mismos números-
El abecedario
-iguales letras-
forman palabras:
soledad, nostalgia
entre lineas
siempre tú
Negación de olvido
Juego perdido
Para los que estamos
enfermos de nostalgia
la seducción está
detrás de las palabras
e incluso de las máscaras
pues es ahi,
donde habita el ser...
El patrón que liga los eslabones es, además de la impunidad y el tráfico de influencias, la multiplicación del dinero de los miembros del grupo gobernante y sus familiares con cargo a las arcas públicas.
Un rápido recuento de las andanzas del grupo panista en el poder sin duda incluye los siguientes casos, todos del dominio público y sin que a la fecha exista castigo para los involucrados: 1. Caso Vamos México, por supuesto empleo abusivo de recursos y bienes públicos para favorecer a la fundación que preside Marta Sahagún. 2. Litigio con la revista Proceso y Olga Wornat. 3. Denuncia del Niño Verde por presuntos delitos electorales cometidos por Vicente Fox.
4. Al menos tres expedientes penales -promovidos por una comisión legislativa del Congreso de la Unión- en los que aparecen como responsables los hijos de la señora Marta. 5. Falsedad en la más reciente declaración patrimonial de la pareja presidencial ya que, a decir del columnista Enrique Galván Ochoa, las cuentas sobre su fortuna “no cuadran”. 6. Las irregularidades financieras de Amigos de Fox.
7. Las toallas de cuatro mil pesos compradas por Carlos Rojas para los aposentos presidenciales. 8. Los colchones de 20 mil pesos adquiridos por el ex representante ante la Organización para el Comercio y Desarrollo (OCDE), Carlos Flores. 9. Las cirugías plásticas con cargo al erario para la esposa del ex director de Pemex, Raúl Muñoz Leos.
10. Los manejos turbios de Laura Valdés Ruiz en la Lotería Nacional y de Carmen Segura Rangel en el Fondo Nacional de Desastres (Fonden). 11. Los tratos de Santiago Creel con Televisa para otorgar permisos de operación de casinos. 12. Los negocios multimillonarios realizados por los hermanos Bribiesca Sahagún, hijastros del Presidente, con bienes del Fondo Bancario para la Protección del Ahorro (Fobaproa).
13. Los señalamientos de que Calderón aprobó y defendió el Fobaproa negociándolo con el Partido Revolucionario Institucional en 1998, mientras en la campaña de 2000 (primero) y en la del 2006 (después) pretendía haberse opuesto. Entre esas voces destaca la del mismo Calderón quien en el número 1544 de la revista Proceso vio publicada la trascripción de una entrevista en la cual reconoce que siendo presidente del Partido Acción Nacional negoció con el gobierno de Ernesto Zedillo, y pactó personalmente con él, la aprobación en la Cámara de Diputados del traspaso del endeudamiento privado a los mexicanos.
Y respecto al caso Diego Hildebrando Zavala Gómez del Campo, cuñado del candidato panista, Julio Hernández López (columna Astillero, del diario La Jornada) reveló el 9 de junio lo siguiente: “La Secretaría de Economía, por intermediación del gobierno de Aguascalientes -también panista-, subsidió las firmas cibernéticas del cuñado incómodo al incluirlas en el listado de beneficiarios del Programa para el Desarrollo de la Industria del Software (Prosoft). A una de ellas, Hildebrando Software Factory (que forma parte de Active Intelligence), le asignó 503 mil 44 pesos para alcanzar la más alta certificación (nivel 5 en CMMI) en cuanto a madurez de los procesos con los que realiza software. A la matriz, Hildebrando, le entregó 750 mil pesos para el proyecto denominado ‘Instalación de Hildebrando Software Factory en Aguascalientes’.
“El 22 de marzo del presente año, Francisco Pérez Castañeda, miembro del Servicio de Administración Tributaria, adscrito a la administración de auditoría fiscal con sede en Naucalpan, dio fe de que Diego Hildebrando Zavala Gómez del Campo no estaba en el último domicilio que había reportado al Registro Federal de Contribuyentes. En realidad, en el Antiguo Camino a Reta, sin número, de Ayapango, estado de México, según el reporte oficial, ‘se observa únicamente un camino de sembradíos y un basurero donde hay una casa de ladrillos y lámina’ donde nadie, en los alrededores ni en la colonia Tepetetla, adjunta, dijo haber conocido al empresario cibernético. Dado que Hacienda no tenía reporte del cambio de domicilio fiscal de Zavala, que ya se le había buscado oficialmente cuando menos otra vez, y que no había constancia de que hubiera pagado los impuestos sobre la renta y al valor agregado correspondientes a 2003, el administrador de auditoría fiscal, Eduardo Piedra Barreto, ordenó el 4 de abril pasado el ‘embargo precautorio de todas las cuentas, contratos, cajas de seguridad y fideicomisos(...) incluyendo todo saldo que tenga a su favor por cualquier concepto existente en todas y cada una de las instituciones de crédito y de las casas de bolsa a nivel nacional’ (todos los datos están en un oficio cuyas claves son: 324-SAT-15-1-7-B-3-(CH)-307/ZAGD610918 VB1, RIF150003006)”.
Y el columnista Luis Javier Garrido reveló que “El otorgamiento a la empresa privada de software Hildebrando, propiedad de los Calderón, tanto de un contrato para elaborar la base de datos del padrón de electores y del Programa de Resultados Electorales Preliminares del IFE (La Jornada, 20/4), como de cuatro contratos entre 2003 y 2005 para elaborar el mecanismo por el cual la Sedeso maneja los padrones con la información detallada de 41.9 millones de mexicanos incluidos en los programas de combate a la pobreza y de Liconsa (La Jornada, 13/5), fue el segundo escándalo que tampoco pudo responder el candidato del PAN, a pesar de que entrañaba un tráfico de influencias de miembros de su familia y graves delitos electorales y que confirmaba la manipulación que hacía el gobierno de Fox del proceso electoral”.
Y si esto ocurre a nivel federal, ¡imagínese demoníaco lector a los alumnos que administran Ensenada y Baja California! Si, para ponerse a llorar.
Avernario: “Yo sé un himno gigante y extraño que anuncia, en la noche del alma, una aurora; y estas páginas son de ese himno cadencias que el aire dilata en las sombras. Yo quisiera escribirle del hombre domando, del rebelde, mezquino idioma, con palabras que fuesen a un tiempo suspiros y risas, colores y notas, pero en vano es luchar; que no hay cifra capaz de encerrarlo y apenas, ¡oh hermosa!, si teniendo en mis manos las tuyas pudiera al oído cantártelo a solas” (Gustavo Adolfo Bécquer, poeta, periodista y pintor sevillano, 1836-1870).
En pueblo quieto, lugar desértico de escasas viviendas de madera, perdido en las despobladas distancias del territorio del estado de Sonora, donde la resolana envuelve mentes y las hace suyas, las enajena, un buen día coincidieron dos amigos que se encontraron con motivo del servicio Médico comunitario, que realizarían para el Centro de Salud. El amenazante tedio, después de varios días les hizo preguntar a los nativos sobre que hacer para lograr esparcimiento ¿en dónde podrían encontrar un poco de recreo en ese impío desierto? para procurarse más llevadera la estadía. Tenemos el Río, -les dijeron- como a tres kilómetros, es algo inusitado, es una zona con un paradero, que aunque no tiene luz y reina el silencio, sobre todo en la noche, es un agasajo ese manto celeste repleto de estrellas. Un oasis. Tardaron en ir, a causa del trabajo, pero en cuanto pudieron se encaminaron hasta el famoso Río. Era de noche y no encontraron nada. Volvieron durante el día, pero fue igual. Como a los dos meses de resistir ese verano despiadado, casi al atardecer, se encaminaron por insistencias de los lugareños a aquel sitio. Sobre todo porque no tenían nada que hacer; disfrutarían la tarde libre de trabajo. Uno de ellos, el más joven, piel color de bronce, provenía de Puerto Vallarta, lugar paradisíaco, de dadivoso verdor, y el océano que encanta. Los atardeceres, ¡cuanto los extrañaba! Otro, de Ensenada la Bella, de azules mares y suaves caricias, agasajos de brisa sobre la piel. ¡Que contraste con esa aridez! Llegaron a ese sitio arenoso y seco, buscando al famoso y a estas alturas anhelado Río, por el que eventualmente corrió alguna vez agua, en una época en que llovió demasiado y que esa lluvia formaría una especie de riachuelo, donde crecieron extraordinariamente dos pirules, frente a un cielo en el que se desdibujaba por la oscuridad,una pequeña y frontal montaña. Surcada a veces por el volar quimérico de aves de canto excelso. A pesar de que a paso lento caía la tarde, y se iba ocultando el despiadado sol, les dejaría a los amigos la borrachera de sus implacables rayos en las sienes. Vorágine solar. Exhalaron entonces suspiros cada uno de ellos, añorando rumores de mar y azules de una lejana Bahía, y por el Río que finalmente descubrían. ¡Ahí está! - gritaron-. Cuando transcurrió lo que parecia ser un largo tiempo, ya habituados a la contemplación, se les reveló la alegría del prodigio; y también lo vieron. Ahí estaba el Río, la montaña y los dos pirules. Pero el Río y el paisaje no era otra cosa que espejismo en el desierto. Ú-n-i-c-a-m-e-n-t-e e-l d-e-s-i-e-r-t-o. Para Ricardo Bonilla |