Sunday, January 04, 2009

LAURO ACEVEDO, orgullo de Baja California

GRACIAS AL OTOÑO

Hoy quise escribir sobre mi padre

Y

La hoja ha permanecido en blanco

Porque

Primero

Quiero perdonarme

Por no haber entendido su lenguaje

De seguro lo tuvo

Y no me acuerdo

De seguro que quiso

Y no me acuerdo

Tal vez acudía a mí

con la mirada

cuando yo buscaba la palabra

tal vez acudía a mi

con la sonrisa

cuando yo buscaba la palabra

tal vez acudía a mi

con la violencia

cuando yo buscaba el abrazo

En ese eterno

Tal vez

Y gracias al otoño

Que insertó las hojas del dolor en otros huertos de la memoria

Hoy lo recuerdo

Lo recuerdo

En el amplio patio de la casa

Dando tierra a las plantas

Que cuidadosamente cultivaba

Por un tiempo largo

Escuché el sonido del acero de la pala

Entrar en los surcos de la mañana

Lo escucho aún saludar a los frutos de hortaliza

Y llevarlos a la cocina de la casa

Nunca nos dijimos nada

Más allá del recuerdo de una foto donde me acompaña

Cuando niño

Y monto un enorme caballo de madera

Aún ahí no me observa

Si lo hizo alguna vez

no me di cuenta

por eso quiero perdonarme

porque a él

no le juzgo

menos ahora

que hace un tiempo largo

se fue

menos ahora

cuando el patio de la casa está

en silencio

sin embargo

se varias cosas

entre ellas

que soy su semilla crecida en árbol

que en mis ramas florecen

las mañanas verdes

como las hortalizas cultivadas

que es mi sangre

su sangre

que de alguna manera cuando me siento triste

y recurro al silencio de la playa

ante el ir y venir del mar

él también observa el horizonte

a través de mis ojos

atentos al color del atardecer

porque soy la prolongación de su mirada

porque soy lo que sus brazos no pudieron abrazar

o no supieron abrazar

Soy la simiente florecida de sus sueños

Que aunque nunca lo supe

Son sus sueños

La hoja ya no está vacía

Contiene el texto de mi perdón

Por esperar tanto

En la confusión

De

¿Quién perdona a quien?

Me he perdonado

Siento en mis ojos el rocío de un recuerdo alegre

En mis labios el sabor agridulce del vino de la melancolía

Y en mi sangre

Mi padre

Como un auténtico origen

de

mi

corazón

2 comments:

Unknown said...

Hola Peggy-Tu padre estaría muy contento imagino,soy padre y aspiro a que me hijo me quiera.
Un abrazo!!!!!!

Nurkia Rudametkin said...

Que Hermoso!!!