Cuatro horas son insuficientes para ponerse al día de tanta vida en lapsos de lejanía. La alegría del encuentro, y del reencuentro en algunos casos, son suficiente razón para ponerle entusiasmo a lo cotidiano. Así fue el desayuno mensual este sábado.
Bajacalifornianos en el DF. 40 años ya, como consecuencia de las Casas del Estudiante. En nuestros remotos estados donde hace años no se contaba con oportunidad de Educación en la misma Región y había que salir a donde existieran las Facultades y carreras que se deseaban desempeñar. Además del prestigio que tenían la UNAM, TEC de Monterrey y la UAG. En este caso, avecindados en la Ciudad de México.
Sabiduría y conocimiento. Asi lo puedo resumir. Si que le hemos puesto vida a los años. Aunque ahora la constante es la desilución de quienes gobiernan, valiéndoles cacahuate la confianza que las mayorías depositaron en ellos. Gran Fraude!
Pluridad de pensamiento. Eso me gusta. Libertad de ideas. Respeto. Un interesante Grupo de bajacalifornianos de corazón que perdura en su convivencia a través de decadas y puede dar constancia, como testigo presencial de los fenómenos en nuestro País.
No estaré en la Noche Mexicana programada para el 10 de septiembre. Me pierdo la música del Mariachi, el baile, el colorido de los trajes regionales y la convivencia. Será para la otra...
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