México, D.F. 15 de septiembre.- Los manifestantes izquierdistas que durmieron en el Zócalo capitalino se sintieron satisfechos de haber efectuado su manifestación en calma. Mientras los guardias del Palacio Presidencial soportaban las provocaciones detrás de una valla metálica, los regimientos policiales del Departamento del Distrito Federal cerraron filas en las calles con la consiga de “guardar el orden”.
Esta mañana del 15, unas horas antes del desfile tradicional, los simpatizantes pejistas vitorearon “es un honor estar con obrador”. Tanto los edificios del gobierno del Distrito Federal, como el Palacio de Gobierno se encuentran custodiados de una manera férrea.
Integrantes de la Convención Nacional Democrática –CND- dijeron que los campamentos permanecerán todo el día en el corazón de la nación y que están esperando el arribo de más de 20 organizaciones de izquierda provenientes del centro de México y de los Estados del país. “El Zócalo es del pueblo, no del “pelele”, expresó Rafael Hernández, de la comisión operativa de la CND.
Por su parte, la ciudadana María Esther Gutiérrez Osorio, quien después de haber pasado la noche en una tienda de campaña, expresó que el presidente Felipe Calderón tiene el derecho a dar el grito. “Pero nosotros también tenemos el derecho a gritar”, afirmó.
Los simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador son considerados izquierdistas. Se manifiestan contra el imperialismo estadounidense, contra el Tratado de Libre Comercio, el monopolio de las transnacionales, el consumo de maíz transgénico, la protección del Estado a la clase empresarial sacrificando a los pobres.
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