No perderé tiempo en añoranzas ni daré rienda suelta a la tristeza
la aurora trae consigo al sol no hay quien lo aprese
o se adueñe de él ¡y hay mil auroras!
Y la luna, esa luna que mira, observa, atisba
Me enamora otra vez. Luna entera, luna queso-miel-amarga
Ojo del cielo, perenne deslumbrante
En este sombrío infinito que es la nada
1 comment:
Me encanta,me encanta tu poema, la luna tantas veces cantada y tantas veces nueva, nunca antes queso-miel-amargo.
Quisiera memorizarlo para no olvidar nunca que las auroras se suceden.
Te quiero
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