Daniel Alcántara León, director del Departamento de Difusión Cultural lamentó el veto a la Ley de Fomento para la Lectura que realizó el Presidente de la República Mexicana Felipe Calderón Hinojosa.
Señaló que mediante su derecho de veto, el Jefe del Ejecutivo impidió el desarrollo de una ley que pretendía proteger al libro y promover la lectura entre la sociedad mexicana, decidiendo que para el país no es benéfico este precepto.
México se ha colocado por debajo de la lista mundial de lectores, disminuyendo la importancia de la cultura y el arte en la formación de individuos.
Mediante esta decisión, subrayó el directivo, habrá una escasez de apoyo financiero para los sectores culturales, bloqueando el surgimiento de nuevas propuestas dentro de este ámbito y desalentando la participación ciudadana.
“Estamos frente a una situación en la que en lugar de hacer un país de lectores se convertirá en una nación de ignorantes, algo realmente lamentable y desafortunado”, consideró.
Añadió que esta ley contenía varios aspectos propositivos, debido a que establece la obligatoriedad que tenía la Secretaría de Educación Pública (SEP) y el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CONACULTA), para dar continuidad al proyecto que constituiría a un país de lectores.
De igual manera, este reglamento establece el impulso del programa de fomento para el libro y la lectura con el fortalecimiento de bibliotecas escolares y de aula; tarea obligada por la SEP.
Con la creación de un concilio cultural en donde se puedan intercambiar diferentes puntos de vistas en el quehacer artístico de Puebla, es necesario crear un Consejo de Cultura con el objetivo de propiciar el acceso a la lectura entre la población.
Alcántara León indicó que mediante esta propuesta, se planteará la práctica de una lectura en voz alta, recuperando el ritmo y acentuación necesaria para una mejor comprensión de los textos narrativos.
Comentó que ya se organizan una serie de iniciativas a nivel central de las instituciones académicas, en donde los directivos coordinan la creación de talleres y círculos de lectura, logrando de esta manera, un avance en la formación de un país de lectores competentes.
Finalmente dijo que la Máxima Casa de Estudios debería de actualizar las librerías universitarias, con la idea de la colocación de un precio único para que la gente adquiera los libros fácilmente, teniendo un acercamiento con la lectura, inculcando el arte en los individuos.
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