Respiré pocas veces durante el tiempo que tardé en leer “41 clóset” de Heriberto Yépez. Es decir, lo leí de un tirón. Con fascinación oculta equiparada a la que siento por la Zona del Silencio, los Hoyos Negros en el Cosmos y El Triángulo de las Bermudas.
Lo femenino al igual que lo masculino, también es un aspecto de Dios, en el Orden genérico. Entre lo sexual y la poesía existe un principio cósmico. Fuera de ambos hay total desequilibrio, desolación sin remanso.
El autor para poder narrar su vida la tuvo que ocultar. Agotado de su silencio. Discurso atrapado en un cuerpo. El desprecio evidente por los sexos, por los géneros humanos es porque se es dueño de la fantasía de que hay algo más grandioso que eso.
Lo artífice de la relación de los cuerpos, comunicación lograda con un lenguaje por donde uno se fuga, y/o se hace uno solo, dependiendo de la confabulación del universo. Resulta postura muy Yepista como el mismo lo escribe, que para conocer su pensamiento habrá que olvidarse de si mismo, —dirigiéndose al lector como personaje de la trama—.
No puede decirse me gustó o no, pero si, si tocó fibras sensibles o no y aunque acaso ni siquiera importe. El discurso de 41 Clósets es Ensayo, Cuento-novela, y también es Poesía. Cábala biográfica aunque no necesariamente la de él. O puede que solo en parte. El escritor es actor, muchas veces encubriendo sus propios espectros.
HACER EL AMOR CON MUJERES
ME DABA FRIO
POR ESO QUISE PROBAR BOCAS
MASCULINAS
(Al final concluye el poema):
PERO RESULTO LO MISMO.
H. Yépez
2 comments:
Feliz dia amiga,EN EL DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER. Con infinito respeto.
Hola Miriam
Deseo para ti lo mismo: Felicidad.
!Que maravilloso ser mujer!
Peggy Bonilla
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