El “mago del disfraz y la mentira”, Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, logró mantener ocultos por décadas a por lo menos seis hijos. Los hijos se conocen entre ellos y, como miles de personas que confiaron en Maciel, fueron engañados: no sabían que su padre era sacerdote y ahora cargan con el estigma de ser hijos de un pederasta.
La primera en salir a la luz fue Norma Hilda Rivas, de 23 años. Ella y su mamá nacieron en Acapulco, Guerrero, y obtuvieron en España el visado de residencia. Viven en Madrid. Ahora se conoce que hay tres hermanos más, de otra madre, que viven en México. Su abogado sólo desliza que “el mayor no tiene más de 30 años y que hay una distancia notable en edad entre unos y otros”. No revela sus nombres, aunque en internet se dice que uno es Raúl y otro Christian. De los otros dos descendientes de Maciel aún no existen mayores datos.
Norma Hilda es la única hija que reconocen los Legionarios de Cristo, a quien su padre dejó como herencia dos inmuebles por un valor aproximado de dos millones de dólares. Los demás guardan entre sus recuerdos familiares fotografías con su padre, además de cartas que constantemente se escribían ante el alejamiento de Maciel por motivos de trabajo, según la explicación que les daba. Y no guardan mucho más; sólo a su madre le deben el sustento. Para enfrentarse a los Legionarios, los jóvenes herederos decidieron nombrar como su representante legal al abogado mexicano José Bonilla. El litigante los describe como “jóvenes modernos, con inquietudes de la época, gentes de bien… de clase media alta, muy educados, preparados y de excelentes modales”.
Bonilla comenta a M Semanal cómo fue contactado por uno de ellos el pasado mes de junio: “Uno de sus hijos me estuvo buscando, se acercó a una persona de la Universidad Anáhuac, Jaime Durán, quien le proporcionó mi blog (http:conlajusticia.wordpress.com). Me encontró e hicimos una primera cita en un hotel de la Ciudad de México. Vi pasar a un joven igualito a Maciel y le pregunté si era su hijo. Es como una gota de agua, idéntico a su padre”. Posteriormente, “él me presentó a sus dos hermanos. Con ellos me entrevisté de forma conjunta y por separado; cada uno me platicó sus vivencias con su padre, de quien nunca imaginaron que tuviera una doble o triple vida”.
Los tres son hijos de la misma madre, una mexicana que por el momento prefiere mantenerse en el anonimato pero que “respeta y apoya las decisiones de sus hijos” y “ella ha pedido que no se comente nada sobre su relación” con quien fuera uno de los hombres de mayor confianza del Papa Juan Pablo II. A pesar de la insistencia, el abogado no reveló si era menor de edad cuando tuvo relaciones sexuales con Marcial Maciel. El abogado sólo afirmó que “ella no sabía que el padre de sus hijos era sacerdote. Le dio un nombre falso”. En estos momentos, comenta Bonilla, “ella está preocupada porque ya conoce cómo son los Legionarios y que son capaces de cualquier cosa. Ella teme realmente que le hagan algo a sus hijos”.
José Bonilla sólo se atreve a insistir en que “ella no sabía que el padre de sus hijos fuera un sacerdote y menos Marcial Maciel, el fundador de los Legionarios de Cristo; ella fue engañada. A diferencia de otras mujeres que fueron presuntamente seducidas por este hombre, a ella no la explotó económicamente”, como hizo con Flora Barragán, Dolores Barroso y Deme de Galas, entre otras. Bonilla añade: “tenemos que entender que Maciel es un personaje con una gran capacidad para mentir. Era el mago del disfraz, capaz de convencer a los hombres de grandes capitales de México y conseguir beneficios… sus obras están hechas con dinero de sus benefactores de buena fe, por eso estoy seguro que obtenía lo que quería”.
Uno de los elementos de la vida de Marcial Maciel que falta por investigar es el relacionado con los recursos, las cuentas bancarias y de inversiones. No se sabe si él tenía algunas propiedades o cuentas a su nombre al margen de los Legionarios de Cristo: según un documento de la Secretaría de Gobernación de hace siete años, la única propiedad en México de los Legionarios sería una capillita de la Universidad Anáhuac en Tecamachalco.
El reverendo Stephen Fichter, cura de Nueva Jersey quien abandonó a los Legionarios de Cristo después de 14 años y que fue jefe de la Oficina de Finanzas de la Orden, dijo que informó al Vaticano hace tres años que cada vez que el padre Maciel dejaba Roma, “siempre tenía que darle 10 mil dólares en efectivo, cinco mil en billetes de dólar y cinco mil más en la moneda del país a donde iba... Como Legionarios, se nos enseñaba a vivir en la pobreza; si yo salía y compraba una pluma y una barra de chocolate, tenía que entregar recibos. Y aun así el padre Maciel nunca estaba en los reportes de contabilidad. Siempre era en efectivo, sin ningún comprobante en papel. Y como él era este increíble héroe para nosotros, nunca lo cuestionábamos”.
Marcial Maciel logró convencer a su familia sobre sus largas ausencias “por motivos de trabajo, además en el extranjero”. Esa podría ser una de las pocas verdades que les dijo. Bonilla menciona que nunca “les negó que tenían otros hermanos, por esos los seis hijos se conocen y llegaron a tener cierta relación aun con él en vida”. De cierta forma los juntaba… por eso conocen a Norma Hilda, de España, con quien incluso viajaron juntos y tienen una relación cercana”. La prueba de esos encuentros, asegura, “las tienen ellos, porque como todas las familias tienen sus fotografías como recuerdo”. De la relación con los otros dos hijos, menciona: “Sé que se conocen, pero no son mexicanos. Y al parecer son más grandes que ellos. Desconozco si hoy tienen contacto, lo único que me han comentado es que en algunos momentos los juntó”.
“¿Cómo han asimilado la noticia de que son hijos de Marcial Maciel, un hombre acusado de pederasta?”. Bonilla elude responder de manera directa y menciona: “en los primeros encuentros con los jóvenes los vi preocupados. Pero les he dicho que ellos son unas víctimas más de la mala actuación de su padre, porque los engañó, no les dijo su verdadero nombre, aunque tenía mucho contacto con ellos a través de cartas y llamadas telefónicas. Si como padre no les dices a tus hijos quién eres, faltas a un principio de honestidad muy importante, porque uno de los derechos humanos fundamentales que tienen los niños y así está establecido en los tratados internacionales, es el conocer su verdadero origen. Y aquí su propio padre se los ocultó y los engañó… para mí esto es una violación grave de derechos humanos de parte de Marcial Maciel”.
Otra incógnita es si la familia del fundador de los Legionarios de Cristo conoce a estos jóvenes. “Al parecer no saben de su existencia”, dice Bonilla. “Ellos no me han comentado si pudieron tener contacto con los hermanos de su padre. Lo correcto sería que los familiares les hablarán directamente, porque son su familia”.
El futuro de los hijos de Marcial Maciel lo tienen los superiores de los Legionarios, por eso en los próximos días Bonilla buscará a los responsables de la Legión en México para solicitarles que se les reconozca públicamente. Señala: “Creo que éstos jóvenes y los demás hijos de Marcial Maciel merecen todo el respeto por parte de los seguidores de Maciel, y lo menos que se podría esperar es que no los desamparen”. Por eso exhortó a los directivos de la Legión de Cristo a que “en esta ocasión hagan lo que es moral y humanamente correcto, que es responderle a los hijos de su fundador a quien ellos siguen llamando Nuestro Padre. Los superiores de la Legión de Cristo tienen pleno conocimiento de su existencia y esto no lo podrán negar. Por relatos de los jóvenes, los superiores lo saben desde hace mucho tiempo. Lo que sí es sorpresa para ellos es mi intervención”. Los jóvenes están dispuestos a someterse a todas las pruebas que les soliciten para comprobar que son hijos de Marcial Maciel, como las del ADN, además de tener fotografías de cómo convivía con ellos como un padre. De ser necesario las harán públicas. De los superiores Legionarios, Bonilla dijo: “Espero que su respuesta sea positiva, es una gran oportunidad para demostrarle al mundo que tienen una nueva actitud y esperemos que así sea”.
De acuerdo a José Barba, ex Legionario y uno de los primeros en denunciar a Maciel por abuso sexual, los descendientes de Maciel aún no deciden si iniciarán una demanda civil para recuperar algunos de los bienes de su padre. “La legión se hizo para su fundador, se debería llamar legionarios de Marcial Maciel, porque realmente se hizo todo alrededor de él; hay muchos de sus prestanombres más cercanos y diferentes nombres y personalidades que adoptaba, eso se tendrá que investigar”. Los muchachos, enfatizó Bonilla, saben a lo que se podrían enfrentar: “no le temen a los medios, porque no es un problema mediático, sino familiar, personal. Les preocupa mucho que van a ser señalados por culpa de su padre y esto los ha mantenido con ciertas precauciones, sin embargo, están dispuestos a salir a la luz pública a platicar su historia si es necesario”.
Bonilla denunció que si bien los Legionarios de Cristo no han amenazado a los jóvenes, sí lo han amenazado a él “a través de correos, diciendo que se van a encargar de mí, de mis hijos y de mi esposa. El día que me fueron enviados esos correos, violaron una de las puertas de acceso a mi casa. Puede ser casualidad, pero nada de esto puede amedrentarnos; nuestra lucha es clara y muy bien definida”.
1 comment:
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