El último día de la Feria en Ocotlán estuvo en todo su apogeo, hace mucho que no me divertia de lo lindo... la compañia de la cual disfruté. ..Mi hijo, mis sobrinos Felipe y Claudia con su novio Fernando. La muy querida y cercana a mi corazón, Charo.
La concha acústica donde se presentó lo mejor del Arte en Ocotlán. La gente toda, volcada en la fiesta. Música, antojitos, artesanías diversas. Comí casi de todo, aunque le tuve respeto al Tequila. El ritual de Los Voladores de Papantla, tradicionales y no por ello menos sorprendentes.
El Castillo de fuegos artificiales tan esperado cumplió las espectativas de los presentes extasiados con la pirotecnia multicolor. Lluvia de colorido. Interminables destellos que iluminaron el cielo mientras acordes las campanadas de la Catedral del poblado tañian al aire su mejor sonido en esa fiesta de todos.
Ahi estuvimos, pero la madrugada nos sorprendió frente a Chapala y luego la charla amena en familia. No nos importó no dormir. Son de esos intantes a los cuales logramos extraerles la magia de vivir. Se nos tatuan en el recuerdo, agradables, para un corazón enchido.
En nuestro camino verde nos acompañó Jose Alfredo, con todos sus éxitos, llenando el aire que nos rodeaba, con su voz apasionada que ha trascendido...la vida si vale, y mucho...
Carlos Chaves en la memoria, hermanados en las Letras. Felíz Encuentro de Escritores, donde cada uno contamos de nuestro hacer en solitario. Agradecimiento sinceros a la Casa de la Cultura, hasta siempre. Nos fuimos con la promesa de volver al III Encuentro de Escritores.
1 comment:
Qué lindo, me hubiera encantado estar ahí!!!
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