Saturday, November 04, 2006

MÉXICO BÁRBARO

(John Kenneth Turner)

En este libro el tema principal es la esclavitud que vivió México durante el régimen de Porfirio Díaz; se describe muy detalladamente el trato a los esclavos o peones como se les llamaba por sus patrones, y la relación que había entre este gobierno y los Estados Unidos; todo esto relatado por el autor de este libro, John K. Turner.

La historia comienza, cuando este señor se encuentra con 4 hombres mexicanos, exiliados en la prisión de Los Ángeles por conspirar contra el gobierno de Díaz, ellos le platican de la situación en México, de los esclavos, y el no les puede creer así que quiere verlo con sus propios ojos; emprendió el viaje, con Gutiérrez de Lara que era mexicano radicado en Los Angeles que estaba en contra de lo que pasaba en México.

Fueron primero a Yucatán, donde encontraron la esclavitud como no se la había imaginado, en las haciendas henequeneras de Yucatán, vio que había esclavos yaquis, mayas y los llamados chinos, se enteró de cómo funcionaba el “negocio”, se fue mezclando con los reyes del henequén diciendo que el iba a comprar tierras para trabajarlas, entonces se codeaba con la gente rica, que le dijeron que era muy fácil hacerse de esclavos, que se les prestaba dinero a los pobres, o sea al pueblo, y así quedaban en deuda y los obligaban a pagar con trabajo y comida diaria, que consistía en maíz, frijol y pescado echado a perder; que los yaquis eran mandados del norte y que ellos eran los más fuertes y que resistían más.

Explica la situación de estos yaquis, a partir de un decreto del propio presidente para mandarlos a Yucatán, a tierra caliente, este decreto decía que a cualquier yaqui se le debería atrapar y mandarlo a Yucatán, pero estas personas agarraban a cualquier gente, sólo con estar por ahí donde estaban los yaquis se los llevaban; este decreto también decía que las tierras de los yaquis fueran confiscadas, y los presidentes municipales o gobernadores de los estados, amigos de Díaz, se quedaran con las tierras.

Después de estar en Yucatán fue a Valle Nacional, en Oaxaca, las haciendas tabaqueras, en donde todo estaba peor, ahí se enteró de otra forma de capturar esclavos, o peones, era de la siguiente manera, había enganchadores que trabajaban para los dueños de estas haciendas que estaban encargados de convencer a gente pobre de otra parte, prometiéndole una gran paga y buena alimentación, así los mandaban a Valle Nacional, donde se daban cuenta de que nada era cierto, y así tenían que pedir prestado y caían en manos de los dueños de las haciendas; aquí se les dejaba morir a la intemperie, que se pudrieran, no los enterraban, solo los dejaban así tirados por ahí, en algún lugar, el alimento era casi el mismo; tanto aquí como en Yucatán se les azotaba por cualquier cosa, o se les aplicaban castigos en forma de tortura, se les colgaba de los dedos, dejaban que una gotera golpeara las palmas de las manos y la cabeza hasta que esta los volvía locos, se les trataba como animales, no como seres humanos.

Después nos habla del sistema de Díaz, y de las represiones que tenía, como las de desvanecer cualquier intento de revelación con asesinatos, con la acordada, los rurales, y grupos así, que se encargaban de matar a uno que otro liberal que decía el presidente.

La destrucción de los partidos de oposición, que surgieron por una entrevista del presidente Diaz con un reportero Creelman, estadunidense, en el que decía que México esta listo para la democracia, esta destrucción se basaba en estos grupos de asesinos o elexilio, o mandarlos a las cárceles, la penitenciaría, San Juan de Ulúa en Veracruz o Belén, o peor aún al ejercito; estas cárceles eran como las haciendas, todos los presos eran maltratados, no se les alimentaba bien, o mandarlos al ejército donde los militares de rango superior o los encargados de darles la comida, se quedaban con el dinero que era para su alimentación, todo era un castigo terrible.

2 comments:

ROx said...

Que terrible, Peggi. Un libro muy interesante, por lo visto. Un testimonio. La historia puede ser muy cruel, o los hombres?
Saludos

La Valentina said...

rox

Lo peor de todo es que no cambian mucho las cosas...

Besos