Río de muertos

…la Frontera entre USA y México está hecha con una hilera de cruces de difuntos, de ríos de muertos; - hasta allá fue mi padre, me lo contaría muchos años después, desde su mirada verde-azul, que ha visto tantas cosas durante 92 años.

Esta perdiendo la memoria dicen en la familia, pero no –la tiene llena de recuerdos- es un abanico de colores la intensidad de cada una de sus vivencias. Que fortuna que me lo narre, vuelve a vivir cuando las cuenta. Presume -estoy bien, no tengo nada, puedo y sé trabajar, pero aquí estoy ahora de flojo, bajo este eucalipto y los rayos del sol de este invierno que ya acaba-, y se ríe de si mismo.

¿Cuando aprendió a nadar?

-de niño, en las aguas termales y en el río de mi pueblo-

Cuando crecí y me fui de “mojado, al otro lado", muy fácil cruzaba el “Bravo”; los que no sabían nadar quedaban ahí, en ese río de muertos. Nos ayudábamos entre todos; llegué a cruzarlo hasta tres veces el mismo dia; a un cristiano lo saque de los cabellos, cuando ya había tragado harta agua, pero sobrevivió.

La Biblia lo dice: enseña a tus hijos a caminar y a nadar para poder estar sobre la tierra…no entiendo como se aventuraban a querer cruzar un río sin saber nadar, lo que es la necesidad…!

Indocumentados como anduvimos…nos pagaban lo que querían por nuestro trabajo…luego los mismos patrones avisaban para que nos sacaran de su país y no nos daban nuestro dinero…aparte del que nos quitaban

Se me hace imposible, que después de tantos años de aquellas braceriadas, ahora nos regresen algo de lo que trabajamos, pero ahí estaré presente, cuando nos devuelvan ese dinero, que repito, hasta que lo tenga en la mano, creeré. Mientras tanto, según mi experiencia, lo dudo…