Como directora de Va de Nuez en conjunto con otros miembros de la revista discutimos si dónde es conveniente o no, presentar nuestra publicación decidimos este lugar no por sus administradores o lo que posiblemente implique estar de este lado, sino simplemente porque es un bello lugar que se ha utilizado ya tradicionalmente en nuestra ciudad para la difusión de la literatura. Siendo esta la segunda ocasión en dos años que estamos por acá.
Con la revista Va de Nuez No. 14. que hoy presentamos nos encontramos ahora con la disyuntiva continuar o parar, hacer un paréntesis, seguirle por la libre, buscarle, seguirle buscando. Ya que estamos a un número que se agote el apoyo patrocinado por nuestros impuestos a través de Pacmyc. Sabemos que pocos son los espacios que existen en dónde publicar, en dónde mostrar lo que recién decidimos expresar o dar a conocer lo que tanto hemos guardado, si acaso para saber si hay eco en el otro, si podemos armar los rompecabezas de palabras, que para mejor ocasión, se crean discursos, textos, sobre lo que nos acontece o lo que queremos decir, en esto creo (con plagio a Fuentes) o expresar llanamente: aquí me duele (con aliento cursi, pero igual con posibles lectores). Esto es lo que ha sido la revista a lo largo de 14 números, foro de expresiones, espacio para la reflexión, cobertura de hechos que se han sucedido; también ha representado otras cosas, motivo de encuentros y desencuentros, de riñas y acuerdos, como toda revista y grupo humano que se precie de serlo.
En este número en especial, se han logrado conjuntar varios tipos de discursos, varias temáticas que se suceden a lo largo y ancho de nuestro país, reflexiones, sentimientos y pensamientos circulación de discursos provistos por nuestro entorno violento, o elementos únicos para cómo explicarle a los hijos el por qué de tantos muertos, aquí y allá, ¿es ficción lo que sucede en las noticias de la tele y los periódicos? ¿O es sólo la representación de un scrip como en Huacho Power, o es este texto la concreción anticipada de los hechos violentos que vivimos en la actualidad?, Cristóbal Reyes: El mártir de la pepena, nos recrea la vida de Cristóbal con intertexto bíblico y con implicaciones adaptativas a la frase inmortal del Emilio G. M., su autor es un seudónimo y se denomina K Trino.
Si la Versión no Oficial de Hugo Bautista constituye o no una verdad provista por el poeta, esa misma que en general se trata de disimular: Oficialmente ya no existen o ya no son tantos… porque siempre los dejan morir bajo la alfombra; o la enunciación de la verdad oculta en Feminicidio de Peggy Bonilla de Ensenada quien expresa: La sordera del gobierno es un hecho más de quinientas el recuento del crimen perfecto, correferencia a las muertas de Juárez y el silencio implícito del asunto. Eric Anguamea le canta al Guerrillero aquél que se cansó de pensar en el futuro, de esperar en las montañas húmedas y solitarias, aquél que luchó con toda su alma hasta esfumar su juventud, durmiendo bajo presión extranjera. Texto que invita a explorar en las veredas de los caminos andados por aquellos que un día decidieron que nuestro entorno se debía cambiar y que terminaron cansados acaso por todo y por nada, porque es mejor anquilosarse y dejar que se suceda lo que otros decidan no importando que como a Aute le sucede, nos vaya la vida en ello.
Por su parte Mario Puglisi desde la ribera de Chapala, en Daguerrotipo le canta también a otro tipo de violencia: Hemos de soplarnos –violentos en silencios, de reclamarnos vencidos es posible que me estremezca más tu ausencia que tu presencia y caníbales de sentimientos ajenos… Por su parte Judith Carvajal proclama la unicidad de la persona amada: Tal vez el único encanto que tienen ésas personas únicas de las que todos nos enamoramos es que viven en otro mundo, allá donde los perros son nombrados según su color, donde el cielo es del color de los pasteles…
Desde “Tepa” invitamos a Gutso a colaborar con sus poesías, ejemplo sobre los textos que también se generan en sociedades represoras, el poeta le canta precisamente a la parte humana de lo que también somos y estamos hechos: El sol se escondía tras tus muslos tibios por mi saliva que lubricaba el engranaje siniestro de tus pupilas te sentí ausente/ como perdida mientras apretabas /mi rostro entre tus rodillas /desgarrando las paredes como dejando pasar la luna.
De Héctor Hernández en una recreación de experiencia intimista habla del cielo que ha perdido su ojo, al que hoy se puede insultar, escupir, hacer malos gestos y no se dará cuenta porque no ve nada. Caminando sin encontrar rumbo, sin la esfera blanca del destino con los demás siguiendo su tiempo, adivinando lo que ya conocen.
Estos últimos cuatro jóvenes poetas de extracción de nuestro entorno, tapatíos tres de ellos por más señas, para conjugar poesía joven según el proyecto esbozado y el canto de la poesía urbana.
En este número también se conjuntó poesía chiapaneca actual, Concepción Villafuerte en Empuñadura, recrea el puño de la furia que se hospeda en la paciencia, el silencio que todo agrieta, la duda con neblina presencia mientras subyacen los cristales rotos del miedo. Alguien hizo jirones lo que ayer ondulaba eso que nos unía en torno a un mismo fuego, ahora vamos helados y claros como lágrimas afilando el coraje con serpentario abierto. Reminiscencias otra vez a la violencia simulada en Fragmentos la poeta se pregunta, acaso nos pregunta: ¿pulirán las verdades con respeto? / la duda me revienta en su guarida…
De Tuxtla, Josefa Salinas le canta las calles que han vertido su llanto acompañadas de miles de fisuras, fragmentadas por el tiempo y a la sangre que brota como llanto de inconsciencia… esto se enuncia en Subida en tus hundidas callejuelas, en el poema Tu cuerpo se alude al pintor de la noche, quien devela con su pincel, la fosforescencia del infierno. También se le canta a las estatuas que se derriten por la fuerza de las lágrimas.
En ensayo invitamos a Harel Farfán quien expresa en Las Becaciones: “Por desgracia para nuestra historia literaria, las becas no están cumpliendo con su cometido y sólo sirven para que jóvenes vanidosos jueguen a ser legitimados por una dependencia que les dará el título de poetas, novelistas, cuentistas, ensayistas y, en algunos casos de amantes o putas de algún reconocido escritor o funcionario que, aprovechando su jerarquía en beneficio propio y no de las letras mexicanas, quien les otorgó el anhelado recurso.” Ensayo reflexivo en torno a lo que sucede actualmente con el sistema de becas a nivel nacional. En DE la letra escrita a la editada José Ruiz realiza un recuento sobre algunas revistas aparecidas en los ochentas sus autores y algunas aportaciones. Se incluye también ensayo sobre música: la influencia musical en el desarrollo humano del maestro Sergio Medina que hace un recuento histórico sobre aspectos de la música militar, ritual y la música como terapia.
En este número se incluye también el ensayo La mentalidad campesina de Carlos Próspero quien determina: La teoría no sirve para la experiencia. Por lo contrario, la limita y el individuo, se siente obligado a sentir lo que la teoría marca para aceptar la experiencia (poética) como legítima. La experiencia del campesino, contraria a la del citadino, es directa, un chispazo sorpresivo… para completar la idea favor de acudir a la fuente en páginas 43 y 44.
Este collage de textos, de visiones de mundo, recreaciones de nuestro entorno es lo que constituye pues el número 14 de nuestra revista que está a su disposición en algunas librerías y centros culturales de Guadalajara, algunos otros de otros estados y esta vez también en Internet a través del sky drive del espacio: www.vadenueznogales.spaces.live.com.
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